“180 minutos de vida” es un proyecto artístico reflexivo estructurado en 3 murales entendiendo cada uno de ellos como unidades de tiempo y espacio.
Cada una de estas unidades discursivas relata una historia o suceso relevante de la vida de su autor y se materializa en un mural en el que se integran diferentes piezas trabajadas con distintos materiales, técnicas y estéticas. Dichas intervenciones se pueden entender como un conjunto de memorias, una evocación a lo sagrado, a lo intocable, al objeto preciado…
En esta caso la inauguración de la exposición implica su destrucción. Tras 180 minutos en exibición la obra será aniquilada. De esta manera se presenta una exposición de piezas efímeras que sólo podrán perdurar en la memoria del espectador, piezas imposibles de adquirir y a su vez creadas teniendo en cuenta su inminente destrucción. Cada obra presentada tiene un lapso de vida de minutos, para después ser parte de una composición final destruida o intervenida -dependiendo del espectador- en un acto en vivo. Paradojicamente el no estar “disponible” las convierte en piezas libres, sin precio y por lo mismo sin dueño.
“180 minutes alive” is an artistic and reflexive project structured in 3 murals wich relates different unities of time and space.
Each one of this discursive unities tells a story or a relevant event of the autor´s live. In each mural the artwork is shown presenting different materials, techniques and aesthetics. The interventions can be understod as a collection of memories, an evocation of the sacred, the untouchable, the precious object…
This time, the opening of the show involves it´s destruction. After 180 minuts of exhibition the artwork will be destroyed. A collection of ephemeral art is shown. The paintings, illustrations and graffities will only be able to last in the spectator´s memory. The art pieces were created with the idea of destruction in Saner´s mind wich makes them imposible to acquire. Each artwork has some minutes of live, after that time it will be part of a final composition destroyed or performed – it depends on the spectator – in a live act. The fact that this pieces are not “available” makes them free, priceless and of course, without owner.
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